El Monasterio de la Virgen del Milagro forma parte del Palacio de los Condes, con una fachada austera sin decoración donde solo destaca la enorme portalada de medio punto que da acceso al monasterio. Tal vez no llame la atención al pasar por delante, pero esta apagada fachada esconde gran variedad de obras de arte en su interior.
Podrás encontrar una colección de cuadros del pintor napolitano Paolo de Mattei donados por el Conde de Cocentaina Don Francisco de Benavides en 1697. También resalta el retablo de la Capilla Mayor, una obra escenográfica de estilo barroco del artista italiano Antonio Aliprandi que se llevó a cabo entre los años 1704 y 1705. Otro retablo a destacar sería el de Santa Ana y el Niño, de estilo gótico y además una pieza muy antigua, fechada en el siglo XV. Del siglo XVI podéis encontrar la Virgen Hodigitria (obra bizantina) y el reclinatorio del Conde, entre otras piezas perfectamente conservadas.
Otras piezas que te aconsejamos ver de la construcción son: el zócalo de azulejos del siglo XVII, el púlpito, la puerta de la sacristía, una lápida de mármoles con inscripción de bronce al pie del altar y el escudo de los Condes de Cocentaina de estuco policromado ubicado sobre el arco del presbiterio.
El monasterio es fundado en 1653 por el conde de Cocentaina para hacer culto a la Virgen del Milagro, muy venerada en el pueblo. En septiembre de 1656 se empezó a construir y en enero de 1670 se trasladó allí la Virgen del Milagro, por lo que se presupone que ya habrían terminado las obras. En ese entonces se instalaron allí unas monjas capuchinas de Granada; y actualmente todavía siguen habitando 12 monjas clarisas el convento.